Guardamuebles y trasteros: ¿son lo mismo?

Si estás buscando un lugar donde guardar tus cosas durante un tiempo porque te mudas, porque no tienes espacio en casa o porque simplemente necesitas más hueco, habrás estado mirando trasteros y guardamuebles. Pero ¿sabes qué diferencia hay entre estos dos locales?

En Renta 92 te contamos qué diferencias existen entre un trastero y un guardamuebles y cómo elegir la opción que mejor te beneficie.

Cómo elegir entre un guardamuebles y un trastero

Un guardamuebles es un local destinado a guardar muebles, como bien indica su nombre. Mientras que un trastero es un espacio destinado a guardar trastos y objetos que ya no se utilizan.

Aunque parecen lo mismo y su funcionalidad es similar, lo cierto es que no sirven para el mismo propósito. Según la Federación Española de Empresas de Mudanzas (FEDEM), la elección de un guardamuebles o un trastero debe hacerse dependiendo del tiempo que vayas a usarlo.

Por ejemplo, para un corto periodo de tiempo, como una mudanza o una obra, lo recomendable es un guardamuebles. En cambio, si quieres almacenar de forma prolongada objetos y herramientas, lo ideal es un trastero.

Un guardamuebles es un lugar donde el cliente no necesita acudir a diario, solamente almacena sus pertenencias durante un periodo de tiempo. Cuando necesita finalizar el servicio, procede a sacar la totalidad de los muebles.

En cambio, un trastero es para uso de los usuarios, donde no solo almacenan aquellos objetos que no utilizan a diario, sino que también quieren tener acceso al él de forma frecuente y cómoda.

Sin embargo, existen otras diferencias entre estos dos espacios que deben tenerse en cuenta.

¿Qué diferencia a un guardamuebles y un trastero?

En primer lugar, vamos a ver qué ventajas y desventajas tienen estos dos espacios de almacenamiento para saber cuál es el indicado para tus necesidades.

La forma de acceso a un trastero y un guardamuebles es muy diferente. Mientras que a un trastero puedes entrar cuando quieras, a un guardamuebles está restringido. Solo el personal autorizado de la empresa de mudanzas que ofrece el guardamuebles puede acceder a él.

Por lo tanto, el cliente debe avisar con antelación para acceder a las instalaciones del guardamuebles si necesita algo de ellas.

La seguridad es la otra diferencia de estos dos espacios. Un guardamuebles está protegido y vigilado por el personal de la empresa. Por su parte, los trasteros dependen de los candados y cerraduras que tenga el cliente como método de seguridad. Por lo que es más fácil que alguien rompa el candado y entre a un trastero, que acceder a un guardamuebles con seguridad humana.

Sin embargo, la mayoría de las empresas cuentan con medidas de vigilancia como detectores de incendios, cámaras de vigilancias o sistemas de intrusión. Por lo que tanto un trastero como un guardamuebles puede estar protegido y con seguridad.

Otra diferencia es el inventario de cada espacio de almacenamiento. Un guardamuebles requiere de un inventario de todo el mobiliario almacenado para que el cliente sea consciente de cada pieza almacenada. Así, el cliente podrá asegurarse de la protección y vigilancia de sus pertenencias, tenerlas identificadas y protegidas en caso de robo o incendio. Al contrario que en un trastero, donde no hace falta realizar ningún tipo de inventario de los muebles u objetos que tengas en él guardados.

El cuidado y tratamiento de los guardamuebles y trasteros es diferente también. Todos los muebles y objetos que se encuentren dentro del guardamuebles tienen la ventaja de que las personas encargadas del almacén se encargan también de controlar la entrada y el inventario, así como de protegerlos con materiales especiales para evitar suciedad o que su estado se altere.

En caso de los trasteros, la libertad de entrada y almacenamiento les proporciona a estos espacios una libertad de protección y embalaje. Son los dueños los que deciden cómo almacenarlos y cómo protegerlos del polvo, de los golpes o la humedad.

Si estás buscando un guardamuebles en Madrid, en Renta 92 contamos con espacios disponibles entre 5 y 1.000 metros cuadrados con acceso y vigilancia 24 hora los 365 días del año.